En un momento donde las artes escénicas evolucionan a una velocidad sin precedentes, surgen creadores capaces de habitar múltiples roles con una sensibilidad única. Actor, director y dramaturgo, nuestro entrevistado fusiona estos tres universos con una mirada integral que lo posiciona como uno de los artistas más versátiles del ámbito teatral actual.

Un creador que integra miradas

Consultado sobre cómo equilibra estas dimensiones al iniciar un nuevo proyecto, define su proceso como un ejercicio de disciplina, escucha y confianza:
“Trabajo desde tres perspectivas simultáneas: la del dramaturgo que narra, la del director que presenta y contiene, y la del actor que habita emocional y físicamente la trama. Dejo que esos tres vórtices creen en conjunto”.
El resultado es una sinergia creativa que moldea puestas profundas, coherentes y cargadas de identidad.

Formación técnica y sensibilidad literaria

Su formación en una escuela técnica aparece como un elemento inesperado pero determinante en su manera de construir relatos escénicos.
Asegura que conceptos como dinámica, equilibrio, espacio y lógica física se cuelan en su escritura y en la dirección:
“Hay algo mecánico en mi forma de componer. Lo técnico dialoga con lo poético. También haber leído mucho desde joven me dio sentido de referencia y revisionismo para construir mis relatos”.

El punto de partida: los personajes

A la hora de escribir, su impulso inicial no nace desde la puesta escénica, sino desde la experiencia emotiva del actor:
“Primero intuyo qué les va a pasar a los personajes y cómo los actores van a construir ese universo. La acción principal siempre es lo que le sucede a ellos y cómo eso deviene”.
Una metodología que refuerza su mirada humana y vivencial del teatro.

Obras que marcaron un camino

Su recorrido artístico está lleno de proyectos que funcionaron como mojones de crecimiento. Desde Apenas y La Revolución, sus primeras creaciones, hasta el trabajo con su compañía Laboratorio Marte —donde desarrolló su BioDrama Épica—.
En el plano comercial, experiencias como Rent, Por Amor a Sandro y Mamma Mia le permitieron expandir su lenguaje y profesionalismo:
“Cada una me hizo crecer en distintos aspectos”, afirma.

Nuevos públicos, nuevos lenguajes

El artista reconoce que la escena actual presenta desafíos inéditos:
“El uso de recursos humanos, técnicos y lingüísticos cambia muy rápido, lo que te obliga a reinterpretar narrativas y públicos. Hoy hay más diversidad cultural y generacional que nunca”.
Sin embargo, entiende que el teatro conserva una esencia inquebrantable:
“El ritual teatral será resistente por muchos años más. Crear una realidad frente al público, y que ese público la construya con vos, sigue siendo el corazón de esta profesión”.

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Emanuel Mercado
@likegrouparg